Los globos fueron, en su tiempo, los más significativos inventos de aparatos voladores del ser humano; su importancia radicó en el hecho de la imposibilidad que tenían los hombres para elevarse desde la superficie de La Tierra y trasladarse viajando por el aire.
Inicios del Globo Aerostático
A pesar de que recientes investigaciones han demostrado que el 8 de agosto de 1709, el sacerdote brasileño fray Bartolomeu de Gusmao hizo la primera demostración de ascensión aérea en globo de aire caliente no tripulado ante la corte del Rey Juan V de Portugal y fue perseguido por la Inquisición por hechicería, las primeras ascensiones, universalmente admitidas, son las llevadas a cabo por los hermanos Montgolfier.
Joseph y Étienne Montgolfier vivían en Annonay (Francia), donde su familia poseía una fábrica de papel, y realizaron los primeros experimentos con globos en 1782 inspirados por la observación de la ascensión del humo de las chimeneas. El 4 de junio de 1783 los Montgolfier llevaron a cabo la primera exhibición pública del hallazgo en su ciudad natal. El globo, no tripulado, fue un saco esférico, hecho de lino y forrado de papel, de 11 metros de diámetro y un peso de unos 226 kilogramos y que alcanzó unos 1830 metros de altura.
Los Montgolfier fueron invitados a realizar una demostración ante la corte de Luís XVI en el Palacio de Versalles el 19 de septiembre en la que se ató una cesta al globo en la que había un cordero, una gallina y una oca, los primeros viajeros aéreos, que no sufrieron daño alguno. Estos globos inflados mediante aire caliente, que al enfriarse descendían, comenzaron a tener la denominación de “montgolfiere” o “mongolfiera”.
En España, la primera ascensión no tripulada la llevó a cabo Agustín de Betancourt y Molina, fundador de la Escuela de Caminos y Canales, ante la Corte Real el 28 de noviembre de 1783.
El 21 de noviembre de 1783 el físico Francois Pilatre de Rozier y el Marqués d’Arlendes fueron los primeros hombre que llevaron a efecto un largo vuelo libre con un globo elevándose hasta 1000 metros de altura volando durante 25 minutos y cubriendo una distancia de casi 10 kilómetros, seguidos muy de cerca por la caballería francesa, que los rescató de un linchamiento por los campesinos del lugar donde aterrizaron, creyéndolos una especie de brujos.
Jacques Alexandre César Charles, por su parte, perfeccionó sus globos de hidrógeno junto a los hermanos Robert con un método para engomar la tela de seda haciéndola completamente impermeable y permitiendo llevar a bordo seres humanos. Así, el 1 de diciembre de 1783 Charles y uno de los hermanos Robert fueron los primeros hombres que volaron en un globo de hidrógeno desde Paris en un vuelo de 43,5 kilómetros de distancia en algo más de dos horas, llegando a una altura de 3000 metros. En esta ascensión Charles hizo medidas de la temperatura del aire a diferentes alturas así como las variaciones que sufría la presión barométrica.
Vuelos Históricos en globo
El feliz éxito de los vuelos con mongolfieras y con globos de hidrógeno, multiplicaron rápidamente el número de ascensiones y de los tripulantes tanto en Francia como en otras naciones.
El primer record de altura ascendiendo con un globo de hidrógeno normal lo establecieron en Septiembre del 1862 los metereólogos británicos Coxwell y Glaisher, alcanzando una altura de 8840 metros. El 15 de Abril de 1875, trece años después, Gaston Tissandier y sus dos acompañantes Silvel y Croce-Spinelli, a bordo del globo Zenith llegaron a 8000 metros de altura, pero la falta de oxigeno hizo que éstos dos últimos murieran, llegando con vida a tierra, muy extenuado, Gaston Tissandier. En 1932, el físico suizo Auguste Piccard realizó una ascensión subiendo hasta 16201 metros dentro de una cápsula sellada, para su completa estanqueidad y suspendida debajo de un globo libre, lo que fue el primer vuelo en la estratosfera de un ser humano. El 4 de Mayo de 1961, Malcolm D. Rosson realizó una ascensión estratosférica hasta 34668 metros. No fue hasta el 1 de marzo de 1999, cuando el Breitling Orbiter 3, pilotado por Bertrand Piccard y Brian Jones, conseguía otro gran reto, la vuelta al mundo en globo en una travesía que duró 20 días.
Inicialmente, el vuelo aerostático del “más ligero que el aire” presentaba algunas deficiencias fundamentales. Entre ellas la imposibilidad o extrema dificultad de guiarlo (de ahí que surgieran los dirigibles), lo que hacía permanecer a merced de las corrientes de aire y de los imprevistos golpes de viento, pero ofrecía grandes posibilidades prácticas tanto en el campo militar como en el científico.
Los globos actuales
Los globos aerostáticos actuales deben su desarrollo a los adelantos que ha experimentado la tecnología, tanto en la construcción de la vela o envoltura, como en el uso de combustibles y quemadores, todo ello para poner un globo en vuelo en poco menos de media hora. Hoy en día el uso de los globos o aerostatos ha quedado relegado a tres actividades: la meteorología, la publicidad y como transporte aéreo turístico o deportivo.
En primer lugar, el empleo de aerostatos en la meteorología mediante los cuales se permite medir la presión, la temperatura y la humedad atmosférica, a medida que asciende el globo. Científicamente esta es la utilidad más importante que desarrollan los globos sonda, llamados así.
En el ámbito publicitario los globos aerostáticos y dirigibles son muy atractivos visualmente por sus formas, colores y especialmente, al verlos volar. Es por ello que son muy empleados como medio de impacto visual y reclamo comercial.
Pero el ámbito más destacado en la que podemos encontrar estos primeros ingenios de vuelo es como actividad turística de aventura, deportiva y ocio. Es un deporte en auge, que cada vez cuenta con más adeptos. Volar en globo es una de las cosas que se deben probar al menos una vez en la vida. Eventos importantes a nivel mundial se desarrollan cada año en gran cantidad de países. Se destacan las competiciones de Bristol (Inglaterra), Chateau D´Öex (Suiza), Saga (Japón) y Alburquerque (EE.UU.), donde se ven volar a globos de los más variados tamaños, colores e incluso las más increíbles formas.